2. Más del preámbulo: sobre los géneros autobiográficos
Dentro de lo autobiográfico, nos vamos a topar con diferentes “subgéneros”: si es relato cronológico a partir del nacimiento, será autobiografía; si se refiere a los hechos del día, diario o diario íntimo; si a los principales acontecimientos de una época, memoria; si a la explicación de hechos de la vida del autor (a veces justificándose), confesión. Además, están los epistolarios y otros géneros narrativos como la novela o el cuento que tienen su dosis autobiográfica.
Toda una serie de parcelas o etiquetas genéricas que podrían intimidar a cualquiera que pretenda iniciar su escritura.
Pues bien, puesto que en todos ellos la nota común es el narrador y el uso de la memoria que guardamos de lo vivido, lo mejor será elegir el que más se acerque a las intenciones que tenemos como autores, y escribir en libertad saltando de la entrada de diario a la memoria; de lo autobiográfico a la confesión; de lo novelístico a lo ensayístico o cuentístico, incluso poemático. Algo así como unas memorias con licencia de parecer lo que les dé la gana según la inspiración del momento. Lo propongo así porque me conozco y sé que las etiquetas no me gustan, ni en la vida ni a la hora de escribir
Hecha la aclaración, se abre el abanico de la selección: ¿por dónde comenzar el relato? ¿Infancia, adolescencia, juventud o madurez?
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05-febrero-2018