Sesión primera y última
Busque usted la voz.
Dese cuenta de que todo lo construye la voz, que sus ojos lo que miran son palabras, que las palabras son el gran engaño en el que nos enredamos.
Búsquela y cállela. Luego tome usted la palabra y haga lo que nadie podrá como usted: reinvente el mundo, póngale nombre a las cosas y a las personas.
Seguro lo hará con arte. Porque para usted las palabras son vida y muerte, es decir nada y todo.
Sea usted la voz, éntrele, no tenga miedo.
Al final descanse. Arrebatarle la voz a la voz no es cualquier cosa, todo se derrumba y hay que levantarlo de nuevo.
Eso es la felicidad, aunque parezca la muerte.
Pero usted puede, la luz ya está en todos lados.
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Marti Lelis / Del segundo poemario