Fragmento CCLXXIV
Asperger
Marti Lelis
Formé una biblioteca desmedida y me perdí en aquél mar de palabras. Busqué un nombre para mi manía en repúblicas de muertos y de vivos. Busqué consuelo y pasiones que me descuartizaran para sacarme en trozos de la indiferencia.
Con sorpresa, descubrí que mi alma lleva al lado un gemelo fantasma. Él me desvela, él me levanta; es quien dicta cuando el conciliábulo de voces lo conmina y llenan la bóveda de mi cabeza como nube de langostas.
En la ciudad de las corrientes mustias, los venenos saturan riachuelos. No bebo de sus aguas. Los habitantes sospechan: cuando bajo de las colinas a beber un trago, murmuran que mis hábitos son los de un espectro.
Regreso a casa bebiendo lluvia. En el morral llevo protegido un tomo nuevo, mi larga cabellera chorrea agua. Dejan mis botas huellas en el lodo. Diviso el hogar. Frente a la chimenea tomaré libro y pluma. Será la hora del fantasma.
***
Marti Lelis / Libro de los fragmentos

Las horas de ese fantasma son las mejores, sin lugar a dudas.
Saludos,
J.
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Así es, José. Una cadena de instantes para el ensueño. Gracias por leer y por el comentario.
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