Fragmento CXLIII
Misterio
En cierto punto del relato, el espectro desesperó de la puerta condenada, giró la llave, pero resultó que todo era un sueño: el hombre realmente había muerto entre dos palabras, era el narrador, la ambulancia estaba en camino, y nosotros jamás sabríamos si éste era el final de la historia.
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Marti Lelis / Libro de los fragmentos