Fragmento CCXXXIII
Apuntes en papel reciclado-1
Marti Lelis
Le digo a BK que, para lo poco que decimos, los que escribimos callamos tantas cosas, ya sea por selección, pudor o impotencia; dejamos, como se decía hace siglos, “palabras en el tintero”. Hay que ser muy disciplinado para usar un Transcriptor de Pensamiento (TP): se puede colar mucha basura, mucho ruido; si se usa mal, puede arruinar una obra. Y no es que haya digresiones (son inevitables), sino que, además, están los pensamientos parásitos o las acotaciones teatrales de nuestra vocecita interna. Transcribir la voz de la mente se ha intentado desde la antigüedad para la literatura; la taquigrafía fue el intento manual e imperfecto de transcripción, pues procedía a escribir después de un primer tamiz selectivo del cual se tomaba el dictado. Eso es muy antiguo. Claro, existió el software de reconocimiento de voz, pero a él escapaban los pensamientos no verbalizados de quien dictaba.
Ahora es otro siglo, y sin embargo, hay quienes prefieren seguir escribiendo a mano. Muy su dinero, con lo caro que está el papel. Yo lo hago raras veces. Los escritores tenemos que lidiar con la tecnología. ¿Cómo podrías leer esto si me hubiese rendido? Sí, sí, una voz en tus audífonos te lo leería, pero esa voz lo tuvo que leer de algún lado. Seguiré trabajando con el TP. A veces escribo en papel. No he perdido lo humano.
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Marti Lelis / Libro de los fragmentos

Yo necesito el papel también, eso sí, sucio (usado). Está bien saber que me queda algún vestigio humano.
Saludos.
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Gracias por tu lectura de este ejercicio o apunte futurístico. Esperemos que sobreviva aún mucho tiempo la escritura en papel.
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