Fragmento CCXXXIX
Apuntes en papel reciclado-6
De la constante tristeza de BK
¿Cómo no iba a estar triste todo el tiempo, si no recordaba su origen y si pensaba en toda la gente expulsada del falso Paraíso? Sobre el fondo de tristeza, a veces era la felicidad de encontrar una flor, un insecto en el jardín; disponer de la música en su mente o en viejos discos rescatados de la ciudad en ruinas; los libros, sobre todo los libros en los que encontraba palabras que a veces contaban historias o entonaban cantos, libros como fósiles de otra época que no le tocó a ella vivir y por la que a veces sentía una nostalgia profunda que vibraba en armonía con su tristeza presente, con el gesto de acariciar el lomo de un libro como si fuera un gatito de esos encontrados ya sólo en fotografías antiguas o en imágenes de la Neurored a la que ya no le gustaba conectarse tan a menudo.
No sentía nostalgia de la muerte, pues no eran muerte sus desconexiones programadas, los voluntarios apagones temporales en los que se sumía para descansar de tanto seguir siendo ella misma, Rebeca, para los demás sólo dos letras: BK, casi el último paso para convencerla de su humanidad en decadencia que, por lo demás ya pocos pronunciaban pero útil para pensarse como un yo instalado en la terquedad de no dejar de ser ella misma.
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Marti Lelis / Libro de los fragmentos
CEREMONIA DE PALABRAS 